Hoy en día, muchos padres creen que cumplen con su deber de educar a los hijos en la fe, únicamente con inscribirlos en un curso de catequesis. Esto es erróneo, pues una buena preparación para la Primera Comunión debe empezar DESDE CASA.
Preparación remota: El bautismo, la familia Cristiana
La preparación para recibir a Jesús en la Eucaristía, empieza desde el momento en que los padres llevan al niño a la iglesia para ser bautizado. Ya la sola intención de los padres al bautizarlo, implica el deseo de que el pequeño se una íntimamente con los demás cristianos y con el mismo Jesucristo en el Sacramento de la Eucaristía.
En el Bautismo, además de quedar limpio del pecado original y recibir la Gracia santificante, el niño se convierte en hijo de Dios, miembro de la Iglesia y templo del Espíritu Santo; recibe los dones de la Fe, la Esperanza y la Caridad y se hace partícipe con Cristo de sus funciones de sacerdote, profeta y rey.
Sin embargo, su pertenencia a la Iglesia no se llevará a cabo plenamente hasta que se una al Cuerpo Místico de Cristo a través del sacramento de la Eucaristía.
Poco a poco y a lo largo de la infancia, los padres estarán encargados de preparar al niño para ese encuentro personal con Cristo a través de los actos cotidianos: la convivencia en familia, el interés por el bien de los demás, la preocupación por las necesidades ajenas, la oración en familia al inicio y al final del día, la bendición de los alimentos, la asistencia a la misa dominical, las visitas a los abuelos, el trato con los amigos y el cumplimiento fiel de las obligaciones diarias con el consecuente desarrollo de las virtudes cristianas: la caridad, el respeto, la paciencia, la ternura, la comprensión y la obediencia.
En cada una de estas actividades, el niño se irá dando cuenta de que forma parte de una gran familia que es la Iglesia, en la cual todos son importantes y todos necesitan de los demás. Esta preparación es la más importante, pues el niño captará entonces fácilmente el significado de unión de los cristianos en la Eucaristía si ha visto desde pequeño la manera como lo viven sus padres en la vida diaria.